Claudia Hichster, del infierno al cielo

La modelo, cantante y actriz le contó a elenco cómo fue su vida de excesos y la manera como fue cayendo poco a poco en el alcohol y las drogas. También que incluso recibió dinero a cambio de favores sexuales. Ahora afirma que fue llamada por Dios para realizar una labor específica y poco le importa que la tilden de loca.

"Nunca fui Playboy", dice enfáticamente la cucuteña Claudia Hichsther cuando se le rotula con el título: "Lo que pasa es que en 2007 me propusieron hacer una portada para la revista Playboy de Venezuela y las fotos nunca se publicaron, pues por esa misma época me llamaron para la Isla de los famosos; justamente porque iba a ser una Chica Playboy. Las cosas se enredaron y jamás se hizo esa portada. Claro que aproveché e hice alarde del título; eso me sirvió para darme a conocer".

La historia de Claudia es muy parecida a la de muchas jovencitas que llegan a Bogotá con la ilusión de convertirse en reconocidas modelos y conseguir dinero, lo que pasa es que son muy pocas las que se atreven a contar lo que tuvieron que vivir y hacer para aproximarse un poco a sus sueños y mucho menos contarlo cuando ya son famosas. Con su voz recia y la apariencia un tanto cambiada, ya no es tan voluptuosa y hasta se le nota más sencilla.

A Claudia todo le llegó muy rápido. Su ritmo de vida se aceleró cuando quedó embarazada a los 16 años, en Cúcuta. Siempre había querido ser cantante, modelo, actriz; y cuando se separó por primera vez se vino a Bogotá a probar suerte: "Lo primero fue matricularme en la Academia Charlot, hice unos talleres en la Casa Nacional del Teatro".

Después de haber participado en El precio del silencio y en dos producciones más, la modelo regresó a Cúcuta: "No pude estar separada de mi hijo, me hacía mucha falta, luego conocí al papá de mi hija y en ese momento todo quedó quieto. Al separarme por segunda vez, pensé que quería vivir, tener lujos. Entonces empezaron a llegar esos 'personajes' (traquetos). Eso comenzó en Cúcuta".

A pesar de venir de un hogar muy católico, con una mamá muy estricta, Claudia decidió venir a Bogotá a buscar fama. "Desde niña me decían: 'Tú eres muy bonita'; y me lo creí, se me subió el ego. Cuando empiezas a creerte linda, crees que con la belleza rompes las barreras de todo. Ahí empezó mi vida de caos".

¿Cómo comenzó a involucrarse en ese mundo?

Cuando llego a Bogotá no tenía idea y desconocía cómo se mueve realmente este mundo. Muchos personajes están al acecho para hacerte otro tipo de propuestas indecentes. Desde que llegué no tuve que buscar nada, la gente trata de meterte en este mundo.

¿Fue prepago?

No, pero tampoco puedo decir que no salí con un hombre por dinero, no me la pasaba de casting en casting. No critico eso, la gente les dice putas, vagabundas y nadie sabe la historia que se esconde detrás de cada una. No sabes lo difícil que es aceptarlo y salirse de ahí.

¿Pero sí se acostó por dinero?

Sí, si lo hice, pero no te puedo decir que fueron muchas veces. Recibí muchas propuestas que también rechacé. Si fueron una o veinte, eso me hace igual de culpable.

¿Por qué lo hizo?

Muchas veces porque lo necesitaba. Quería ser una modelo famosa, cantante, actriz, pero uno se da cuenta de que eso a veces no da y es muy difícil salir adelante. Ahí vienen estos personajes que siempre están cerca para ofrecerte el dinero fácil. No viví situaciones difíciles, corrí con suerte; pues la gran mayoría trataba de ennoviarme con el personaje.

¿Quiénes las meten en este mundo?

Es difícil... Son tantas personas... Puede ser tu mejor amiga, que te dice 'tú estás bonita y deberías aprovechar'; como puede ser un jefe de prensa, un peluquero, el amigo modelo, el diseñador, el amigo del amigo o un señor que te encontraste en un supermercado. Bogotá es una ciudad que está minada de proxenetas.

¿Se es feliz siendo prepago?

¡Jamás! Nunca se es feliz acostándose con un hombre por dinero, nunca hubo un momento de felicidad.

¿Se vuelve algo natural?

¡Nunca! Siempre fue un tormento. Me tocó recurrir a aceptar propuestas por dinero, porque tenía necesidades y responsabilidades, pero todo se volvía gris. Nunca dije: '¡Qué rico, me van a invitar a una fiesta y me van a pagar por estar con un hombre!'. Yo más que nadie sé que eso no es así.

¿Quienes las contratan?

Todo el mundo piensa que son solo traquetos, pero también hay empresarios, políticos, abogados, arquitectos, cantantes; de todo.

¿Cuánto pagan?

Eso depende de la mujer que quieran tener, pueden ser 10, 20, 30 millones; todo depende. Me imagino que habrá mujeres que cobran más. Los traquetos hacen derroche de fiestas, regalos; por eso es que algunas modelos y famosos se ven involucrados en esto.

¿Qué piensa de los que las contratan?

¿Qué bueno puede darle una mujer a un hombre, si lo que uno siente es rechazo y repudio? Ellos quieren pasar un buen rato con una mujer y piensan que ellas también lo sienten así. Quiero que los hombres sepan que ahí no hay nada, solo rechazo y asco. Si es así, ¿por qué no salirse pronto? En ese momento la cabeza no me daba para pensar de qué otra manera podía solucionar mi situación. Cuando te acostumbras a recibir dinero, por más de que te duela y lo repudies, piensas que eso pasa rápido y que queda el dinero. Así se comienza a perder la moral.

Tuvo problemas con el alcohol...

Sí, tuve una época de alcoholismo. Eso fue algo que marcó parte de mi vida. En el medio te involucran de una manera nociva en el sexo, las drogas y el licor. Lo viví cuando estuve tratando de escalar. En la música es igual, se hacían fiestas con algunas personas de las emisoras donde nos ofrecían drogas. Las consumí tratando de agradarles porque me podían ayudar. En TV, el que te hace el casting muchas veces busca acostarse contigo. Lo más grave para mí fue el trago. Empecé a volverme agresiva, mi hijo se estaba dando cuenta; manejaba tomada y a toda velocidad, me enlagunaba.

¿Qué la hizo cambiar?

Un día dije 'no más'. Le pedía todos los días a Dios que me ayudara pues no encontraba salida. También quería encontrar el verdadero amor. Me enamoré y él se convirtió en mi ángel guardián.

¿Cuál fue el 'click'?

Una noche del 16 de marzo me acosté y empezaron a llegarme una cantidad de pensamientos acerca de Dios. Escuché una voz que me llamaba. Al principio pensaba que me estaba enloqueciendo, pero me di cuenta de que Dios estaba conmigo. Lo primero que la voz me dijo fue: 'Quiero que la verdad sea revelada'. Fue muy raro, pues yo nunca tuve una Biblia. La voz me dijo que investigara, pues estamos llenos de mentiras creadas por la Iglesia. También he hecho profecías, como las inundaciones en Brasil, el temblor del Eje Cafetero, Ibagué, yo lo publiqué todo ocho días antes y el registro está en Facebook. Tengo que revelar 7 cartas que me van dictando. He escrito 6 y estoy buscando el medio para publicarlas.

¿No le da miedo que la traten de loca?

A quién le parece coherente que Dios le hable. A todo el que ha hablado de Dios lo tildan de loco. También he recibido insultos, dicen que de cuando acá pasé de ser puta a ser santa.

¿A qué se dedica ahora?

Tengo un negocio de comidas rápidas que yo misma preparo. No me da pena decirlo, y me ha ido superbién. También tengo un cofre que construí a través de la revelación, trae una fórmula que hace que tú cambies y consigas tus metas. Me interesa que la gente lea las cartas. Las pueden buscar en Facebook, en una página llamada revelaciones para la humanidad y en Youtube como histemariahm o en tweeter como histermairahm; porque Mariahm es el nombre que Dios me puso.